Querida hermana, no puedo poner en palabras lo que siento al saber que ya no podremos escuchar tu voz que siempre supo como a ser a una persona reír or dar un consejo necesitado. Tus ricas carcajadas y tus ocurrencias que nos hacían reír asta que nos salían lagrimas. Gracias por siempre abrir tu corazón cuando uno mas lo necesitaba. Tu partida a dejado mucha soledad en muchos de nuestros corazones. Ahora lo único que nos queda es platicar tu historia, tenerte siempre presente y los más importante es ver y estar pendiente de tus hijos. Espero que cuando llegues al cielo te reúnas con nuestros seres queridos. Que dicha de poder tener esa eterna alegría. Abraza a mis viejitos muy fuerte y también a nuestro hermano Pablo. Te encargo a lo más grande que tengo allá en el cielo, mi hijo Roman. Me lo cuidas asta que yo tenga la dicha de reunirme con ustedes. Te quiero mucho mucho Hermana y espero que tu fiesta de recibida con tu vestido de novia sea lo que siempre soñaste, hasta pronto 💕